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Un director de producción es una persona que asume un papel de liderazgo en la organización de producciones de vídeo.
Supervisan la contratación de personal y tripulación, estructuran la empresa y deciden cómo se ponen en juego eficazmente las finanzas y los recursos.
Los directores de producción se encuentran entre los puestos más altos de la producción de vídeo. Requieren una gran experiencia porque participan en todas las facetas del negocio y del proceso creativo en algún grado.
Experiencias que mejor sirven a los jefes de producción:
Antes de que se produzcan los rodajes, los directores de producción suelen reunirse con los productores y los miembros de la producción de alto nivel para repasar aspectos como los diálogos, los requisitos de personal, las necesidades de subcontratación, el equipo y las posibles ubicaciones del plató.
La experiencia en estas áreas les ayuda a trabajar eficazmente con las personas clave.
Una vez que el director de producción reúne la información pertinente, establece las necesidades de la empresa, los presupuestos y los detalles importantes.
Las tareas suelen incluir la evaluación de riesgos, la contratación de tarifas y requisitos sindicales, la obtención de permisos y ubicaciones con el gobierno local, la contratación de talentos, la determinación de costes y el cumplimiento de un presupuesto.
Una experiencia en algún tipo de gestión empresarial puede ser una ventaja clave.
Una vez que el shoot está en marcha, el director de producción de vídeo se encarga de los distintos horarios, se ocupa de los retos imprevistos e informa a los productores.
Algunas de las cuestiones entre bastidores que son importantes son el seguimiento de los derechos de autor, los seguros y las directrices de seguridad. Los directores de producción son el eje que mantiene todo unido.
La experiencia con la multitarea puede ser bastante útil.
Si quieres aprender a ser director de producción autónomo, es importante que reúnas información, experiencia y te apoyes en tus dotes naturales.
Uno de los aspectos menos glamurosos del sector es la gestión del dinero. Un gran número de proyectos fracasan porque se salen del presupuesto y, por tanto, se quedan sin dinero.
Ser capaz de mantener ese libro de cuentas en la cabeza o visitarlo a diario puede marcar la diferencia tanto en la calidad como en la finalización del proceso creativo.
Llevarse bien con los demás puede ser una gran ventaja si se hace un buen uso de ella. Los directores de producción trabajan a diario con personas reales y con muchas personalidades únicas.
El trabajo se parece mucho a ser presidente, tienes mucho poder, pero debes negociar casi todo.
Persuadir a otros para que se muevan en una dirección requiere habilidades interpersonales. Ser un director de producción eficaz significa utilizar el poder de la persuasión.
Aquellos que quieran aprender a ser directores de producción autónomos tendrán que recorrer un camino que incluye la educación formal y la formación en el trabajo.
Puede parecer extraño que los que se elevan a los puestos más altos de la industria comiencen en puestos de entrada como corredores.
Sin embargo, ambas cosas van de la mano. Si comparamos a un director de producción con un entrenador deportivo profesional, nos daremos cuenta de que ambos han recibido una educación formal, han trabajado en las trincheras y han aprovechado esa experiencia para ascender a los puestos más altos. Lo mismo ocurre con los directores de producción.
Cuanto más amplia sea tu trayectoria, más experiencias únicas aportarás.
Ten en cuenta que todo lo que has aprendido en la vida puede ponerse en práctica. Desde el senderismo hasta la cocina a corto plazo, pasando por ser un DJ de EDM los fines de semana, el arte refleja la vida y la vida refleja el arte.
Si quieres aprender a convertirte en director de producción autónomo, todas tus experiencias son relevantes, sólo tienes que empezar a centrarlas en la industria del vídeo.