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Un objetivo gran angular es un objetivo que tiene una distancia focal (grado de aumento en un objetivo de cámara) que es sustancialmente menor que la de un objetivo de cámara estándar.
Para una película de 35 mm, un objetivo estándar tiene una distancia focal de unos 40-60 mm, mientras que un objetivo gran angular es de 15-35 mm. Todo lo que esté por debajo de 15 mm sería ultra gran angular.
En consecuencia, las tomas con objetivos gran angulares suelen provocar una "distorsión de barril" que hace que las líneas rectas parezcan curvas. Un objetivo gran angular rectilíneo puede minimizar esta distorsión.
Tanto los cineastas como los fotógrafos utilizan los objetivos gran angular principalmente para fotografiar paisajes e interiores, de modo que se pueda incluir una mayor parte de la escena en la imagen.
Los objetivos gran angular son eficaces para producir profundidad de campo, donde las diferencias de distancia o tamaño entre los objetos del primer plano y del fondo se acentúan mucho.
Los objetivos gran angular se utilizan habitualmente en espacios reducidos para enfatizar la cantidad de espacio en la toma, de modo que el enfoque se centre en el actor y no en el fondo, pero sin dejar de mostrar el entorno.
Esto hace que los objetivos gran angulares sean más adecuados para los primeros planos extremos que un objetivo de cámara estándar, especialmente si el punto de enfoque va a ser sólo un rasgo (como los ojos de un actor, en lugar de toda su cara).
Las tomas amplias y las panorámicas no son lo mismo, pero ambas tratan de mostrar la mayor parte posible del entorno de la escena.
Se necesita un objetivo gran angular para incorporar todo el entorno en una toma amplia y mostrar al espectador la totalidad del escenario de la película. Los planos amplios también son útiles como cortes si una escena es especialmente difícil de editar.
Tanto si estás rodando un largometraje como un vídeo promocional corto, la profundidad de campo se utiliza a menudo para contar historias y para destacar las características de un producto.
Los objetivos gran angular son más eficaces que los objetivos estándar de las cámaras a la hora de convertir los objetos del primer plano en puntos focales prominentes y difuminar el fondo. El efecto estético de la profundidad de campo en una escena puede ser increíblemente dramático.
Las visitas virtuales de propiedades han aumentado su popularidad en los últimos años, ya que la gente quiere ver algo más que fotos cuando busca propiedades en Internet.
Los objetivos gran angular se utilizan con frecuencia en aplicaciones arquitectónicas y los futuros compradores de viviendas no son una excepción.
Como pueden captar más espacio que un objetivo de cámara normal y aprovechar al máximo los espacios pequeños, los objetivos gran angular dan la ilusión de que las habitaciones son más grandes de lo que parecen, lo que ayuda a generar interés en las sesiones de visitas virtuales (especialmente en el caso de los pequeños apartamentos tipo estudio).
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Diseñados para permitir un campo de visión más amplio, los objetivos gran angulares se definen por sus cortas distancias focales, que permiten al fotógrafo incluir una mayor parte de la escena en el encuadre.
Los objetivos gran angulares más comunes son los de 35 mm, 28 mm, 24 mm, 21 mm, 20 mm, 18 mm y 14 mm, con ...
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